Tras un periodo de inactividad, bien por lesión, por
vacaciones… surge una necesaria fase que podríamos llamar de adaptación, readaptación al esfuerzo o
simplemente integración en el grupo
en la que predisponemos al futbolista a un estado óptimo para iniciarse en un
trabajo con el equipo ya de carácter específico en la que pueda responder al
100% las demandas exigidas.
En este aspecto cabe distinguir que no es lo mismo
hablar de una adaptación ante el inicio
de temporada, en la que hablaremos de una fase de un máximo de dos – tres
semanas en la que todos los jugadores del equipo hacen un trabajo progresivo individual para el inicio de los entrenamientos cuyo arranque a su vez también será
progresivo, que una readaptación tras
lesión en la que el resto del equipo ha seguido entrenando en periodo
competitivo y debo integrarme en una máquina cuyo engranaje se encuentra al
100%.
Ambas
realidades, es cierto, tienen una serie de características en común:
- Serán diseñadas por el preparador físico
- Serán individualizadas a cada jugador
- Se realizarán al margen del grupo
Surge
por tanto el entrenamiento
individualizado de adaptación
Hablemos, si os parece, de lo que podría ser un
entrenamiento de adaptación ante el inicio de la temporada centrado en la resistencia
(a lo largo de estas entradas de entrenamiento individual tocaremos más
capacidades)
Como sabemos esta capacidad, que nos permite
soportar esfuerzos de larga duración sin que aparezca la fatiga, va a ser clave
en estos primeros momentos ya que con ella se van a empezar a sentar las bases
físicas y fisiológicas que van a permitir al futbolista empezar a soportar los
esfuerzos propios del fútbol.
Es por tanto la resistencia una capacidad que tendrá
un papel esencial en estas fases de adaptación, pero
¿Cómo trabajar la resistencia en la
adaptación ante el inicio de temporada?
Antes
de responder a esta fundamental pregunta cabría responderse qué tipos de resistencia vamos a manejar de
cara al entrenamiento ya que si sabemos cómo se enfrenta nuestro organismo a
los esfuerzos prolongados sabremos prepararlo y mejorar su rendimiento.
Por
ello siempre la clave para entender el trabajo de resistencia y sus tipos, en
mi opinión, es entender la respuesta de nuestro cuerpo ante un esfuerzo. Y
saber cómo nuestro cuerpo actúa ante un esfuerzo es tanto como saber los
procesos metabólicos implicados en los trabajos de resistencia y, por tanto,
sus tipos.
O
dicho de otra manera, en función de los esfuerzos mi cuerpo usará gasolina de
un tanque u otro, esos diferentes usos es lo que va a condicionar y denominar a
los diferentes tipos de resistencia que tenemos que conocer y trabajar, bien es
cierto que unos son más importantes que otros en el fútbol (hablaremos de esta
jerarquía).
Hagamos
un recordatorio sencillo de tipos de resistencia, vías metabólicas y cómo
plantear básicamente esos trabajos en el entrenamiento.
Tipo de
resistencia
|
Intensidad
(respecto a la FCd.)
|
Duración
|
Objetivo
|
|
1
|
Aeróbica regenerativa
|
Baja
entre el 40 y 70%
|
Variable
desde 10’ en adelante según objetivo
|
Regeneración, oxigenación
muscular, recuperación o leve lipolisis (quema de grasas)
|
2
|
Capacidad Aeróbica
|
Media
– alta del 70 al 85%
|
De
6’ a 30’ trabajos usuales en fútbol pero podría ser mucho más
|
Mejora sistema cardio
-respiratorio
Lipolisis
Adaptación músculo
articular al esfuerzo
Base de trabajos futuros en
presencia de oxígeno
|
3
|
Potencia aeróbica
|
Muy
alta del 85 al 95%
|
De
3’ a 6’
|
Trabajos de demanda de
oxígeno con leves producciones lácticas
Sistema músculo articular
en alta intensidad - potencia
|
4
|
Anaeróbica láctica
|
Sub
máxima 95%
|
De
30’’ a 3’
|
Tolerancia a la generación
de ácido láctico
|
5
|
Anaeróbica aláctica
|
Máxima
100%
|
Menores
a 30’’
|
Trabajos alácticos (gestión
y uso ATP e inicios de formación). Fuerza – velocidad en sistema muscular.
|
NOTA: Cifras variables
sobre un cuadro creado por Carlos S.
Calleja (@cscalleja) 2013
|
Una
vez recordados los tipos de resistencia (la clasificación que personalmente
utilizo, de las múltiples que podemos encontrar en la bibliografía
especializada, ya que la he ido adaptando a mi modo de trabajar en fútbol por
su aplicación y relación directa con los aspectos nutricionales, controlable
por tanto en su incidencia con la preparación física) parece lógico tener en cuenta
que en los trabajos de adaptación a la temporada los predominantes serán los
que se muevan entre los tipos 1 y 2. Respetando las siguientes bases:
Bases para el entrenamiento de
resistencia en la adaptación ante el inicio de la temporada
Empezamos por el tipo 1 por significar una adaptación desde la
inactividad pero pronto nos moveremos en la tipo 2, la más adecuada para este
tipo de trabajos.
Combinaremos tiempos consecutivos y grandes series
Respetar el principio de la progresión y continuidad
Evitar cargas de impacto sobre todo en aquellos deportistas no
habituados a ello (asfalto, etc.)
Acabar con volúmenes coordinados con los primeros entrenamientos del
trabajo de grupo
Relación trabajo – descanso óptimo. Combinando días de entrenamiento
con los de descanso o, al menos, descanso activo de entrenamiento
individualizado (pueden incluirse trabajos de bicicleta, natación, juegos,
etc.). En este sentido sería ideal no incluir 3 días de trabajo consecutivos en
esta fase y evitar, en lo posible, menos de 3 y más de 5 de entrenamiento.
Foto de Patxi
Corral para elmundo.es
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