Este blog busca ser un reflejo de un campo fundamental en nuestro deporte, el de la preparación física, básica en toda actividad donde el rendimiento motriz es clave para el resultado. El fútbol, con alta complejidad y variedad de componentes, no es ajeno a esta necesidad (nadie lo duda en un deporte donde los futbolistas pueden hacerse más de 10 kilómetros por partido en intensidades que oscilan desde su 1 a 100%).
Este rendimiento, y en este portal siempre hemos mirado a esta situación, adquiere la misma importancia en el fútbol modesto, sin embargo descienden los medios y recursos a nuestro alcance.
Pero además del rendimiento, y como piedra clave para lograrlo, es fundamental centrarse
Y es aquí donde nuestra labor, coordinada con la del entrenador, se convierte en básica.
En los últimos años la figura del
preparador físico se ha convertido en imprescindible y fundamental dentro de las
escuelas de fútbol las cuales, conscientes de su importancia, buscan potenciar la labor
del entrenador (fundamental y básica) con la visión de un nuevo educador que aporte
esta visión de formación global que redunde en el desarrollo del jugador/a en toda la etapa
formativa (frente a la visión anual y específica de su equipo del técnico).
Estas dos necesarias visiones
(entrenador – preparador) se coordinan para lograr el éxito educativo de nuestros
jugadores, clave para lograr el futuro éxito futbolístico.
Funciones del PF en la escuela de fútbol
Variadas, pero destacaríamos las siguientes:
- Desarrollo de las cualidades motrices. El preparador físico debe fomentar el desarrollo del jugador a lo largo de la etapa donde sabemos que existen momentos en los que es imprescindible trabajar las capacidades (coordinación, equilibrio, etc.) ya que de no hacerlo nos costará más mejorar en otros momentos - fases sensibles -. El PF debe detectar esos momentos e insertar esas capacidades en el trabajo del fútbol con ejercicios propios del deporte con balón en una labor coordinada entre los técnicos.
- Desarrollo de las capacidades físicas. Del mismo modo que ocurre con las cualidades motrices no todas las edades deben trabajar todas las capacidades físicas (fuerza, resistencia, flexibilidad y velocidad) con igual forma, fondo e intensidad. El PF marca el nivel de trabajo de cada capacidad y las orientaciones de su inclusión en el entrenamiento. Eso sí, todas las edades de formación requieren de trabajo físico
- Elaboración de ejercicios específicos. También en coordinación con los entrenadores, los PF programan y crean ejercicios de fútbol que atiendan a necesidades concretas de los jugadores analizando sus necesidades y respondiendo a los desarrollos hablados en los puntos anteriores. Eso convierte al entrenamiento en un trabajo específicamente creado para el equipo desde un análisis donde la figura del entrenador es clave.
- Atender a la individualidad. Problemas específicos de todo tipo (desarrollo, trabajo tras lesiones, etc.) son atendidos por un PF para que ningún jugador se "descuelgue" del desarrollo de su plantilla. La plantilla necesita de todos para desarrollarse y todos necesitan a la plantilla para crecer. Pero no sólo eso, hay jugadores que por su desarrollo pueden estar más necesitados de ciertas capacidades que otros, no sólo por un problema sino por un desarrollo mayor en base a su grupo de referencia.
El día a día
El trabajo de campo viendo a los equipos entrenar, las interacciones en los entrenamientos proponiendo trabajos y acostumbrando a los jugadores a la
presencia del PF con actividades programadas y llevadas
a cabo por éstos y la imprescindible coordinación con
técnicos, secretarios técnicos y otros responsables del Club
son algunas de las labores que conforman el día a día de un PF.
Todo ello aporta trabajo estructurado, serio y profesional
a algo en lo que no se debe escatimar, la formación del jugador
a algo en lo que no se debe escatimar, la formación del jugador
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