Las horas previas a una competición suponen un cambio real a
la hora de planificar el entrenamiento, en esta sencilla entrada reflexionamos sobre unas posibles claves, dejando nuestra sección de comentarios (al pie) para tus opiniones.
En los deportes individuales de pico de rendimiento, ejemplo
un atleta ante una competición, el trabajo los 7-10 días antes está
perfectamente estudiado, es el llamado “tapering”
término que alude a una disminución del entrenamiento para afinar o ajustar en
la prueba (aunque realmente no es una simple disminución de las cargas).
Pero en fútbol esto no puede ser así, primero porque cada
domingo cuenta, cada semana hay tres puntos y cada ciclo semanal tiene cargas
en inicio de semana que por lo general (aunque podemos y hasta debemos hacer
ciclos globales de descarga) son vitales los primeros días.
Ahora bien, ¿qué hacer el día antes del partido?
Muchos equipos profesionales que entrenan, por ejemplo,
lunes-miércoles-jueves-viernes-sábado (los más modestos nos ajustamos como
referencia) suelen trabajar:
Lunes:
regeneración – compensación
Martes: Descanso
Miércoles: Carga
Jueves: Carga
Viernes:
Recuperación regenerativa
Sábado: Activación
Domingo: Competición
Excluimos semanas de 2 competiciones, partidos de sábado, etc. con vistas sólo a ejemplificar.
Muchos preparadores físicos valoramos la carga de los
entrenamientos con una escala orientativa del 1 al 4, donde el 4 es máximo
rendimiento, así una semana de trabajo podría tener una cuantificación de la
carga así:
L
|
M
|
X
|
J
|
V
|
S
|
D
|
1-3
|
|
4
|
4
|
1
|
2
|
4
|
Donde la diferenciación 1-3 del lunes se debe a los
jugadores que participaron en el partido con más de 60’ aprox. (regeneración
nivel bajo) y los que no (compensación nivel alto).
Es una manera personal de enfocarlo pero sirve como
referencia visual.
Los equipos que sólo entrenan uno
de los dos días (viernes o sábado) aprovechamos para hacer ahí un trabajo mixto
de recuperación activación siendo éste, el último día antes del partido. El
cual, lejos de ser un “relleno” en la planificación, supone un día importante…
Importancia del último día antes de competir:
Me llamaba la atención hace
muchos años como los equipos profesionales el día anterior tras el viaje de
rigor o incluso el mismo día de partido por la mañana buscaban cualquier rincón,
incluso en los jardines de su hotel, para hacer un leve entrenamiento con
carrera continua, rondos, pequeñas salidas explosivas… y siempre pensé si esto
no sería contraproducente de cara al partido. Nada más lejos. El entrenamiento
de activación tiene varios objetivos:
1º Y al que le
vamos a dedicar menos líneas, a nivel psicológico y motivacional, el
encuentro con el balón predispone, relaja y busca liberar cualquier tipo de
tensión que pudiera existir antes del choque.
2º A nivel
físico, busca activar la musculatura de cara a un trabajo más preciso y
eficaz en el juego. Muchos estudios han demostrado que esto debe hacerse con:
- Un descenso del volumen de trabajo, que no eliminación ya que podría producir el efecto contrario. Las cargas solicitadas son breves, con mucho descanso y recuperación activa a base de estiramientos, técnica…
- Una intensidad cercana a la competición, ya que conviene incluir trabajos explosivos intensos que demanden un trabajo corporal. Un estudio en atletas demuestra que intensidades menores al 70% en los días previos no mejoran o empeoran el rendimiento. Los trabajos explosivos coordinativos además pretenden hacer efectivos los ciclos musculares estiramiento – acortamiento, afinar la coordinación inter e intramuscular y todo el trabajo que afecte al sistema nervioso como generador de esas estimulaciones.
Por todo ello, ¿qué puede
incluir un día de activación?
Pues podremos empezar con
carreras suaves y buenas sesiones de estiramientos. Los rondos y trabajos
activos tipo fútbol – tenis, que además tienen
un carácter lúdico, son recomendables.
Incluir una fase de explosividad con un
leve trabajo coordinativo previo. Este trabajo puede tener una finalización de
cara a portería. No debe ser muy prolongado ni en distancia ni en series (ej.
40 metros de recorrido 2x5) y siempre tras una predisposición óptima.
Las estrategias o recordatorios
específicos de cara al rival – partido sin cargas excesivas, bien en forma de
juego, estático, etc. son otros buenos recursos para incluir en estos minutos
de trabajo que pueden oscilar entre los 50 y 90 en base al día en el que
estemos.
Hola. Es decir que puedo empezar con trabajos de baja intensidad terminando con trabajos lacticos estimulando fibras explosivas.
ResponderEliminarHola. Es decir que puedo empezar con trabajos de baja intensidad terminando con trabajos lacticos estimulando fibras explosivas.
ResponderEliminar